jueves, 30 de junio de 2016

Hotel Royal Orchid Sheraton, un oasis en el centro de Bangkok (Tailandia)



Tras nuestro viaje a Tailandia y recuperados del jet lag (doce horas de vuelo
con escala en Qatar) volvemos a la vida cotidiana con algo de penita pero
con las pilas cargadas: ¡benditas vacaciones!

Nuestra experiencia tailandesa ha sido más que positiva y de lo más variada.
Comenzó con unos días en Bangkok, algo moviditos, dedicados a visitar la
ciudad y alguna excursión por los alrededores, compras, comidas y paseos.
Después una semanita de relax y playas en la exótica isla de Phuket.

A pesar de la idea preconcebida de la capital de Tailandia, Bangkok no me
ha resultado una ciudad tan caótica como esperaba.

Es cierto que el tráfico es insufrible en hora punta, con una conducción casi
temeraria entre coches, taxis, tuk-tuk y motocicletas que enrarecen el aire y
hacen explicable el uso de mascarillas, pero por lo demás es una ciudad que
se puede patear sin temor ni demasiados agobios, en la que acabas
integrándote y es seguramente el calor combinado con el alto grado de
humedad lo que la hace asfixiante e insufrible para los occidentales.

La capital tailandesa es una combinación paradójica de calma oriental y
modernidad estresante, de religiosidad y consumismo, de belleza exótica y
capitalismo extremo.

Edificios altísimos y modernos conviven al lado de pequeñas construcciones
viejas y decadentes, numerosos puestos callejeros junto a centros comerciales
de tamaño gigantesco. Una mezcla de economía de subsistencia y capitalismo
extremo difícil de entender.

Pero, como imagino que en cualquier país de tradición budista, los pobladores
parecen hacer caso omiso a estos contrastes: viven con la sonrisa puesta y
ese gesto de saludo y agradecimiento tan característico, con las manos
juntas e inclinando la cabeza.

La vorágine de esta ciudad me hizo sacar poco la cámara salvo cuando
visitamos algunos mercados tradicionales o templos: no tenía demasiado
sentido cargar con ella en espacios multitudinarios como el mercado al
aire libre de Chatuchak (el mayor del mundo), el MBK Center (uno de
los centros comerciales más famosos de Bangkok con todo tipo de artículos
imaginables) o el barrio chino de Bangkok, el único de la ciudad que no
se ha vendido a la modernidad y sigue manteniendo su espíritu exótico y
caótico (uno de los Chinatown más antiguos del mundo).

Me arrepentí de no haber tomado fotografías de la grandiosa vista de la
ciudad desde la planta 78 de la Baiyoke Tower (la más alta de Tailandia)
donde cenamos y vimos como las luces de la ciudad se iban apagando y
encendiendo por barrios en sucesivos apagones por la tormenta. 

En esta época del año Tailandia vive la estación de lluvias o monzones y
estábamos preocupados por ello pero lo cierto es que las lluvias son
puntuales (normalmente por la tarde-noche), descargan mucha agua
pero limpian el ambiente y lo refrescan por lo que casi se agradecen.

Aún así el calor es sofocante y entrar en un espacio con aire acondicionado
(prácticamente cualquier interior lo tiene) o poder darse un chapuzón ronda
continuamente la cabeza.

Y dentro de la vorágine urbanita de Bangkok nuestro hotel se presentaba
como un auténtico oasis.

Los hoteles en Tailandia resultan baratos en comparación con los del mundo
occidental por lo que decidimos elegir alojamientos cómodos y cuidados.

El Royal Orchid Sheraton Hotel & Towers nos acogió en Bangkok.


Situado en la orilla del río Chao Phraya, nuestra habitación en la planta 19
tenía unas vistas inmejorables.





No se trata de un simple rascacielos, cuenta con un amplísimo espacio verde a
orillas del río lleno de jardines, piscinas, una gran terraza en la orilla y su
propio embarcadero.




Las aromáticas y preciosas flores blancas de Plumeria (Lan-Thom) se
encuentran por todas partes en este país.




Por supuesto, como en cualquier espacio de Tailandia, un altar o casa de los
espíritus (San Phra Phum) y el árbol sagrado engalanado con coloridas
telas de tul.











Quedé enamorada de los maceteros cerámicos que vimos por todos lados,
tanto en Bangkok como en las islas. Una pena no haberme podido traer uno.






Varios restaurantes temáticos, spa, gimnasio, tiendas, música en vivo:
realmente no me hubiera importado quedarme algunos días más en este
hotel ;-)




Hasta aquí la primera entrega de nuestras vacaciones en Tailandia pero os
advierto que amenazo con más.



10 comentarios:

  1. ¡Gracias por compartir con nosotros esta experiencia atraves de tu relato y tus fotos!
    Siempre es un placer viajar virtualmente de tu mano.
    Besos

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  2. Hola Piola querida !! A mi me resulto una ciudad absolutamente agobiante entre el tráfico y el calor .. Pero vale la pena .. Que buenas vistas . De seguro lo
    Pasaron fenomenal

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  3. Qué bueno! me encantan que nos hayas contado vuestra experiencia, las fotos que nos enseñas nos descubren un poco de la ciudad, madre mía! yo que soy de un lugar pequeño, vivo en un lugar más pequeño me imagino perdida por esas calles, jeje, las fotos de la piscina son muy chulas. Besos viajera

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  4. Yupiiiii!!!! empezaron las vacaciones en Thailand, tu relato me hizo pensar mucho en nuestro viaje a China, a pesar de que nosotros fuimos en invierno y el frio era intensisimo , tanto como el caloron que sufrieron ustedes. El hotel se ve espectacular y la pileta refrescante e indispensable! Un viaje inolvidable, que para nosotras tus lectoras, recien empieza!!!!

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  5. De vuelta a casa, hogar dulce hogar. Yo la verdad que lo siento así a la vuelta de un viaje. Imagino vosotros igual.
    Fantástico hotel Piola, con una panorámica espectacular de la ciudad. El hotel bien dices que es un oasis, cierto, que vegetación y verdor. Ha debido ser un viaje diferente, un destino desde mi punto de vista para aventureros. Fíjate me ha sorprendido que tú hayas elegido este destino, jeeje. Qué tontería verdad ? pero es así...
    Pues con ganas de más Piola, esperando tu próximo post.

    Besos y que la vuelta a la rutina sea llevadera.

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  6. qué buen viaje Piola!! El hotel se ve espectacular y bien lo vale en destinos así donde refrescarse del calor y sentirse cómoda! Sobre todo si encima el precio es conveniente! Casi te escribo estando en Madrid para avisarte que estaba muy poquito por ahi, y veo que estabas vos también viajando!! Un abrazo!

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  7. Cuanto verde!! Precioso todo, a mi tampoco me importaría perderme unos días más!!! Me contento con ir de vuestra mano,magnificas fotos y como siempre gracias ha sido un placer. Besazos E

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  8. ¿Cómo no iba a atraerte la idea de quedarte más días en ese oasis? No te imaginas lo bien que me vendrían unos diítas en ese hotel, sola por supuesto!!! a ver si consigo quitarme algo de cansancio y agobios.
    Un beso muy fuerte, Piola, y enhorabuena por haber podido disfrutar de este viaje de ensueño.

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