Golondrinas de porcelana * DIY

Uno de los must have del momento son las golondrinas de porcelana

para decorar paredes.

Se trata de un icono vintage recuperado: fueron muy populares en las

décadas 50-60 y han vuelto con fuerza cincuenta años después. ¿Quién le

iba a decir a Bécquer que sería visionario de una tendencia decorativa

cuando creó su poema "Volverán las oscuras golondrinas"? ;-)

Seguro que las habéis visto en más de una ocasión en magazines o blogs.

¿Recordáis las que decoraban una de las paredes del apartamento parisino

que nos acogió en primavera (aquí)?

Podemos encontrar piezas vintage auténticas en tiendas de antigüedades o

bien optar por reproducciones actuales como las de la Real Fábrica Española

a partir de los moldes originales del artista valenciano G. Martínez que las

comenzó a fabricar en 1921.

Pero existe una tercera opción y es realizarlas nosotros mismos.

Un DIY que hace tiempo tenía en mente y que ahora he llevado a cabo

para participar en el desafío craftlover propuesto por Handbox en

colaboración con Novasol Spray.

Para hacerlas he utilizado pasta de modelar y los elementos que podéis

ver en la fotografía siguiente.

Inicialmente imprimí unas golondrinas para visualizar la especial forma en

vuelo de estas preciosas aves.

Sin embargo, a la hora de modelar, el dibujo plano sólo nos servirá para la

silueta, la dificultad surge al intentar conseguir un aspecto natural en tres

dimensiones.

El modelaje es más una cuestión de tacto que de vista y es preferible

dejarse llevar hasta conseguir la forma buscada.

Antes de perfilar definitivamente la silueta es aconsejable hacer el

agujero que luego servirá para colgar la golondrina.

Con una alcayata de tamaño algo mayor que la que luego utilizaremos

practicaremos un hueco en la panza de nuestra golondrina como se

observa en la imagen siguiente.

Después podremos voltear la pieza, elevar y mover las alas y la cola

hasta conseguir sensación de vuelo y movimiento.

Cuando hayamos terminado alisaremos la superficie con un

trapo mojado y escurrido.

Dejaremos secar colocando las alas sobre algún punto de apoyo para

evitar que se venzan con el peso al ser tan largas.

Yo dejé pasar tres días para asegurar un secado total de la pasta.

Después pasaremos una lija suave para igualar la superficie y daremos varias

manos de gesso con el fin de sellar la porosa superficie de la pasta y dar mayor

consistencia a la pieza.

Finalmente pintaremos en negro.

Aquí es donde yo me apunto al desafío I want to shake colors with

Novasol! al decidir utilizar pintura en spray, de secado más rápido y

uniforme.

Elegí la gama Basic en negro mate para conseguir una versión más actual

de la golondrina. De haber buscado un resultado más clásico podría haber

optado por un negro brillante o bien terminar con una mano de barniz

transparente brillante en spray.

Hubiera sido posible también un acabado de pintura a la tiza con sus

preciosos colores empolvados (gama Chalk) e incluso metalizado (gama Evo)

gracias las distintas líneas Pintyplus de Novasol que pueden utilizarse

prácticamente sobre cualquier superficie.

Y aquí tenéis mis golondrinas DIY volando sobre la pared de mi dormitorio

en el que he realizado unos pequeños cambios como habréis notado

quienes me seguís hace tiempo (¿quieres ver cómo estaba antes?)

Una de las nuevas piezas de mi cuarto es este tronco al que dedicaré

un próximo post contando cómo lo hice.

Y otra novedad que me tiene totalmente enamorada es esa pequeña

Sansevieria Cylindrica, una suculenta con una forma muy original.

Mis frugales golondrinas también participan, ¡cómo no!, en los findes de

Marcela Cavaglieri donde siempre encontramos sencilla y preciosa inspiración.

¡Feliz fin de semana!