Las tijeras más buscadas

Sí, las tijeras más buscadas de la blogosfera: de grandes orejas,

aspecto vintage e imprescindibles en post con flores y plantas.

Hace tiempo que las quería: me recorrí inicialmente todas las ferreterías

de mi barrio, en especial las antiguas, y toda ferretería que encontrase a

mi paso en cualquier otro lugar.

Hasta en París estuve atenta a encontrarlas en el mercado de flores y en

los mercados de pulgas.

Pero nada, se me resistían.

Cierto que me hubiera sido fácil encargarlas online a alguna tienda donde las

vendían pero el porte superaba proporcionalmente el precio y lo fui dejando.

Cuando finalmente estaba decidida a coger el coche y acercarme el fin

de semana a un centro de jardinería donde me habían asegurado que

las encontraría... así, como quien no quiere la cosa, buscando algo que

ahora ni recuerdo en un asianshop al lado de casa, me encuentro no

uno si no dos modelos de las anheladas tijeras que, con seguridad,

debían de estar allí desde muchos meses antes.

Y, por supuesto, me las traje a casa por un precio igual al de los portes de

las que encontré en tiendas online: entre 3 y 4 euros cada una (no recuerdo

exactamente).

Una de ellas con las asas en un dorado algo cantoso y decoración oriental en

relieve.

De momento las estoy disfrutando así a la espera de que con el uso el dorado

vaya perdiendo fuerza o bien más adelante las pintaré con chalk paint que

todo lo cubre.

Las otras en negro, como yo las quería. Las orejas venían cubiertas por un

tubo plástico que retiré enseguida y fácilmente.

Las habéis estado viendo en muchos de los post anteriores, desde luego

en todos los que aparecían flores porque recuerdan a las tijeras de las

antiguas floristerías.

Y muchas veces acompañadas del inevitable carrete de cordón de lino,

un tandem inseparable para hacer arreglos florales y también para

paquetería.

Cordón de lino y tijeras siempre juntos, tanto que inspirada en algunas de

las maravillosas fotografías y composiciones de mi admirada Josie_vp,

me decidí a unirlos y encordar las asas.

Es muy fácil: hacemos una vuelta de cordón sobre el asa, pasamos el hilo

por el centro de la vuelta, tiramos fuertemente y otra vuelta, repitiendo el

proceso hasta que el asa quede totalmente cubierta.

Para rematar pasaremos el hilo por debajo de varias de las últimas vueltas,

del mismo modo que al inicio habíamos dejado un trocito de cordón

haciendo sobre él las primeras vueltas.

¿Os gusta el resultado?

A mí me encanta y con su nuevo aspecto las estrené enseguida para hacer el

ramo de flores de zanahoria silvestre (Daucus carota) que pudisteis ver

en el post anterior. 

Un DIY fácil, lindo y barato para compartir en los Findes Frugales de

Marcela Cavaglieri, que seguro nos sorprende en esta edición con un

maravilloso hazlo tú mismo para su recién estrenado hogar.

¡Feliz fin de semana!