El fruto de Baco

Acaba septiembre, el mes de la vendimia.

La uva, el fruto de Baco, ha concentrado en sí todo
el sol y la energía del verano.

Es recolectada para extraer su zumo,

que tras ser curado se convertirá en vino, 

ese tónico tan beneficioso y agradable
cuando es tomado con moderación.

Se hace desde época inmemorial y hoy se ha convertido en

una verdadera cultura.

Sumilleres, cursos de enología, encuentros de catas,

tiendas especializadas vino-delicatessen...

Recuerdo un documental de televisión en el que se

hacía un estudio sobre la longevidad de la mujer.

Acababa concluyendo que, a nivel local, las mujeres

más longevas eran las de una aldea japonesa, con un sistema

de matriarcado en el que no se permitía a ningún miembro

femenino de la familia realizar ningún trabajo o responsabilidad.

Todo lo hacía la matriarca, que al ser tan necesaria no podía

permitirse morir (explicación que dieron).

Pero, y respecto al vino, a nivel nacional, las mujeres que morían

más mayores eran las francesas porque, según decían, en su

mayoría tomaban una, sólo una, copa de vino al día.

No es mi caso, apenas pruebo el vino salvo ocasiones

especiales. No entiendo de vinos pero sí se distinguir uno bueno.

Pero hoy quiero beber una copita para celebrar que
estáis aquí visitándonos y daros las gracias por ello.