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Me encanta ese momento del atardecer en que todos parecen
haber desaparecido del jardín.
El bullicio de los niños en la piscina durante el día da paso a un
silencio realmente apacible.
El sol intenso se rinde a una luz tranquila.
El color y el olor de las flores se intensifica, el revuelo de los
pájaros recogiéndose en sus nidos, el canto del grillo.
Hasta los objetos parecen tomar vida haciéndose
visibles, dejándose observar.
El viejo cubo de cinc preparado para regar las macetas,
la reja... Incluso la pérgola y el toldo recogido reclaman atención.
El jardín y yo.
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Unas fotos realmente relajantes, suerte de poder disfrutar de ese jardin, quien lo cojiera!!!
ResponderEliminarBesitos!!!
Que maravilla!!
ResponderEliminarQue preciosidad de fotos!!
Te pasa como a mi disfrutamos de las pequeñas cosas, ahí esta la esencia.
Por cierto que hortensia tan bonitaaa, la mia blanca se ha trasformado totalmente en rosa, esta bonita pero blanca me encantaba.
Muchos besos cielo y a disfrutar del jardin!!
Veronica.
Un momento muy precioso!
ResponderEliminarCapturaste la belleza del verano en casa durante esos momentos de tranquilidad que tan bien nos hacen para juntar fuerzas y empezar la recta final del día!
ResponderEliminarMi piacciono molto i secchi di zinco e i fiori del tuo giardino
ResponderEliminarBuona domenica
Mari
¡Qué suertuda eres! Puedes disfrutar del jardín y la piscina. Tus imágenes muestran una tranquilidad que me quedaría a dormir en ese cubo en los momentos más tensos del día :) ¡Buen fin de semana!
ResponderEliminarAyyy qué post tan divino, qué fotos, qué flores.....y esa narrativa con que nos induces a transportarnos a ese jardín ....hasta he podido sentir la paz. Precioso!!
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