Llevaba allí desde hacía mucho tiempo, desde mediados del siglo pasado.
Cinco años de carrera estuve pasando a su lado, de lunes a viernes, para
ir a mi facultad, sin verla, sin notarla.
Cinco años de carrera estuve pasando a su lado, de lunes a viernes, para
ir a mi facultad, sin verla, sin notarla.
Oculta por una maraña verde, campaba a sus anchas sola, como a ella
le gusta, con la única compañía de su perro.
le gusta, con la única compañía de su perro.
Años después la Ciudad Universitaria de Madrid volvía a convertirse en
mi segunda casa. Esta vez como trabajadora y son muchas las veces que
debí pasar por ese "jardín inglés" donde ella se ocultaba.
Creo recordar que alguna vez vi su arco, incluso su brazo.
Parecía pequeña.
mi segunda casa. Esta vez como trabajadora y son muchas las veces que
debí pasar por ese "jardín inglés" donde ella se ocultaba.
Creo recordar que alguna vez vi su arco, incluso su brazo.
Parecía pequeña.
Un día los jardineros empezaron a podar y desbrozar y ella surgió
exultante, dinámica y atrayente.
exultante, dinámica y atrayente.
Su actual "jardín francés" está abierto y la deja expuesta.
Un "jardín francés", que siempre quiso ser inglés, intenta extender
sus brazos hacia ella para volver a ocutarla, pero el empeño humano
se lo impide en cada poda, en cada limpieza.
sus brazos hacia ella para volver a ocutarla, pero el empeño humano
se lo impide en cada poda, en cada limpieza.
Me sorprende, sin embargo, que no tenga más visitas.
Que estando como está frente a la cafetería de la Facultad de Filología,
los humanos respeten un espacio tan atrayente para sentarse a hacer
"vida de campus".
"vida de campus".
Es como si ella hubiera creado un campo invisible sólo accesible a los
elegidos y yo soy una de ellos.
elegidos y yo soy una de ellos.
Imagino que si me hubieran preguntado de joven qué diosa del Olimpo
me hubiera gustado ser, habría dicho Afrodita.
Más adelante, después de ser madre, Hera.
me hubiera gustado ser, habría dicho Afrodita.
Más adelante, después de ser madre, Hera.
Pero la vida me ha ido curtiendo, ha sacado mi lado más "masculino".
Hoy soy una mujer capaz, independiente, que gusta de su propio
espacio y tiempo, selectiva con su entorno físico y humano.
Hoy soy una mujer capaz, independiente, que gusta de su propio
espacio y tiempo, selectiva con su entorno físico y humano.
Disfruto enormemente estando sola rodeada únicamente de naturaleza.
Me renuevo física, espiritual, emocional y mentalmente cuando me pierdo
por un parque denso y aislado.
Me renuevo física, espiritual, emocional y mentalmente cuando me pierdo
por un parque denso y aislado.
Hoy soy como ella, soy Diana Cazadora.
Ahhh.me encantó...el escrito y las fotos +!!La de las flores me la guardo!Un beso!
ResponderEliminarLa escultura es preciosa, muy buenas fotos. Lo bueno de que no sea muy conocida es poder disfrutarla a tus anchas, no? Veo que la autora de la escultura es mujer, interesante. Bonito post
ResponderEliminarParece mentira que teniéndola tan cerca apenas haya reparado!! Una auténtica preciosidad de fotos que hacen justicia a la propia escultura y a los jardines que la rodean. Como siempre, gracias por compartirlo!!
ResponderEliminarAveces lo que tenemos delante es lo que no llegamos a ver ¡¡
ResponderEliminarLuna
http://algodondeluna.blogspot.com.es/
¡Esto sí que es un descubrimiento! Bonitas palabras las que le dedicas a Diana. Un beso.
ResponderEliminarUn entorno precioso !!!! sabes si cuando paseamos por la calle nos paramos a mirar detenidamente seguro que nos encontramos con detalles y cosas que antes no habiamos visto, caminamos pensando en nuestras cosas y distraidos y no reparamos en muchas cosas maravillosas que encontramos a nuestro paso. Un post muy bonito.
ResponderEliminarUn besote!!!
Sos una privilegiada por haberla descubierto. Es una pena que la gente no preste atención en su vida diaria a las obras de arte y la belleza que hay en las ciudades, solo hay saber mirar y vos sos una buena observadora.
ResponderEliminarBeso!