Casas Noruegas (Åndalsnes)

Åndalsnes es un encantador pueblecito situado hacia la mitad
de la larga costa continental Noruega.

Fue nuestro primer destino en suelo noruego y un anticipo de todo lo que

nos quedaría por visitar en el país escandinavo.

Ya la entrada al fiordo, entre escarpadas montañas llenas de bosques y
cumbres nevadas, fue todo un espectáculo.

Una población tranquila y muy extendida en espacio con preciosas casas

de madera rodeadas de bosque y con cuidados jardines.

Como en otros lugares de Noruega vimos frecuentemente a sus habitantes

cuidando el jardín, una práctica muy extendida en los países nórdicos.

La temperatura primaveral del estío no permite que las plantas se agosten y
surgen preciosas, incluso silvestres, por cualquier rincón.

Estuvimos disfrutando de la localidad y nos atrevimos a dar un buen paseo por
el bosque cercano donde encontramos grosellas (ummm... la merienda estaba
servida), vegetación de helechos y unos característicos suelos de raíces allí
donde la roca madre está próxima a la superficie.

Una belleza natural que el pueblo noruego sabe apreciar y perpetuar con

gran concienciación ecológica y cuidando los detalles para mostrar la

belleza del entorno.

Frecuentemente los contenedores de basura de las casas se encuentran en
pequeñas construcciones que los mantienen recogidos y ocultos.

Quedé enamorada de los pequeños invernaderos donde reproducir esquejes y
proteger las especies que no aguantarán el crudo invierno.

Las puertas y ventanas noruegas suelen estar profusamente decoradas,

a veces en exceso de manera que más de una vez pensé que se trataba

de alguna tienda.

Siempre me han encantado las casas de madera aunque sé que requieren

un mantenimiento especial.

Mientras el minino de la siguiente imagen echaba su siesta, el dueño de la

casa se afanaba poniendo al día la balaustrada del porche.

Ya os comenté que la presencia del invierno se deja notar en muchos

detalles como las palas en las puertas y los palos para medir la altura

de la nieve como el de la fotografía superior.

Las zonas comunes están igualmente cuidadas y el mobiliario urbano

siempre en madera. Claro, ¡como la tienen por todas partes!

Coincidimos con unos artesanos de la madera que estaban construyendo

una original estructura en forma de espina de pez para un parque infantil
a partir de un gran tronco de árbol. Contaba con distintas posibilidades
de juego y un precioso bajo relieve al lado de una canción tallada con 
letra y notas musicales.

Mi mente se trasladó inmediatamente a la Navidad...

Espero que os haya gustado este paseo por el encantador Åndalsnes.

Lunes de nuevo...

Os deseo un buen comienzo de semana ;-)