Hoy compartimos... Algo que me hace sentir orgullosa

Como cada mes, un grupo de bloggers de distinta temática

nos reunimos para compartir nuestra personal visión de un tema.

El tema de este mes es

"Algo que me hace sentir orgullosa"

Si hay algo de lo que me siento orgullosa

es de mi capacidad de reírme de casi todo,

incluso de mí misma.

Cuando las cosas no salen como deberían,

tras la pataleta o el disgusto,

acabo viendo el aspecto divertido del asunto.

Inicialmente puedo parecer una persona seria,
sensata, responsable.
Y, es cierto, en lo básico, en mi línea vital, lo soy.

Pero también tengo un punto muy juguetón.

Mi madre suele contarme que fui un bebé ejemplar.

Todo el rato durmiendo y comiendo.

Cuando me incorporaba, mi cabeza caía a peso hacia
un lado lo que llevó a mi tía Kika a decir más de una vez:

-Mari, yo creo que esta niña va a ser tonta

Por lo visto mi madre le contestaba tranquila:
 -Déjala, ya espabilará

Y, ¡vaya si espabilé!

Aquél bebote durmiente se convirtió en una niña

a la que su hermano mayor dedicó el siguiente
poema cuando él contaba nueve años y ella ocho.

María del Pilar o Maripiola

Unos labios de grana muy sonrosados

Ojos de un azul parecidos al mar

De pelo medio rubio, ligero y bonito

Simpática en su sonrisa, cara muy dulce

Un poco dominantona, satisfecha de sí misma

y muy honrada.

En fin, esa es Mari Pili

Con toda delicia de tu hermano

Miguel Ángel

                                                       

El poema lo escribió en una hoja de cuaderno con pauta
simple y boli rojo, que aún conservo.
Mi hermano me definía como nunca nadie lo ha hecho.

Ni que decir tengo que delicia lo puso con z, hermano sin h

y otras linduras ortográficas propias de la edad.

Después, aquella bebota durmiente, estudió una carrera,

preparó y aprobó una oposición...

Hoy es trabajadora, madre, ex-esposa

(lo que requiere altas capacidades), bloggera...

Y lo que nadie sabe pero creo
que ya es hora de anunciarlo

a bombo y platillo. 

Es que es una agente secreta.

La agente especial 004.

Es Bón... Pi Bón

¿Qué no me creéis?

Pues ved, si no, mi capacidad de camuflaje.

A veces esta peculiaridad de imaginar situaciones ridículas o
divertidas me ha hecho ganarme el apelativo de payasa.

¿Payasa, yo?

¡Qué más quisiera!

¿Acaso la vocación o la profesión de payaso no es la más
loable de todas? Imaginad la capacidad y la fuerza que hay que
tener para hacer feliz a la gente, para sacarle una sonrisa,
una carcajada, un chute de endorfinas terapéuticas para
mente y cuerpo.

Me daré por satisfecha con haberos regalado hoy,

al menos, una sonrisita.

Si queréis saber más sobre Hoy compartimos y sus
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